Hola!!!
¡Qué día
más bonito!, todo cubierto por un manto blanco que hace además que este primer
aniversario sea de lo más especial, y quería compartirlo con vosotr@s.
Hoy justo
hace un año que nuestros niños llegaron fisicamente a nuestras vidas para
siempre, fue el día en que ratificaron nuestra sentencia de adopción
y fuimos a recogerlos definitivamente a la casa cuna. No puedo olvidar sus
caritas, ¡estaban tan asustados!!, ellos no sabían ni quién éramos ni qué iba a
pasar con ellos. Entraron en la habitación del hotel cogidos de la mano,
tristes, serios y muy muy asustados. Muy pendientes el uno del otro, el niño
con 5 añitos cuidaba de su hermanita de 3 como si fuera su papa, todo lo que le
dábamos lo compartía con su hermana, y la niña no se separaba ni un
segundo de él.
¡Qué
dificil fue todo!, no nos entendíamos pero por gestos, señas, y sonrisas
lográbamos saber lo que querían decir y lo que queríamos decir. Si, sus
primeras sonriras las tengo grabadas en el corazón, estaban llenas de ilusión y
esperanza, pero sus miradas solo hablaban de tristeza.
Hoy un año
después, son dos niños sanos y felices, ¡cómo han cambiado!, fisicamente mucho,
claro, pero sus miradas... ¡son tan distintas!, rebosan alegría, y con
cada sonrisa, beso y abrazo que nos dan, nos llenan de felicidad.
Ojalá ningún
niño en el mundo tuviera esa mirada perdida, triste y vacía con la que vinieron mis
niños.
Un beso
Susan